Del hospital a los negocios: el neuromarketing

La responsabilidad esencial del marketing digital, las estrategias del marketing, en la actualidad requieren de aplicaciones que involucren las emociones de los usuarios más que la simple estética.

En este sentido, los métodos del mercado se han visto obligados a desarrollar nuevas técnicas, teorías y generar debates para concluir cómo influenciar las decisiones de compra acertadamente.

Hoy en día, la respuesta ya ha sido determinada y se define como neuromarleting. A continuación, vamos a conocer lo qué es, cómo funciona, aplicación y el modo como somos víctimas de él.

¿Qué es el neuromarketing?

Desde un punto de vista lingüístico el neuromarketing combina la neurociencia con el marketing, es decir, el estudio del cerebro relacionado con su impacto para las decisiones de compra.

Se trata de una metodología que trata de determinar cómo se comporta el cerebro humano para aprovechar dichos datos en el diseño de estrategias de marketing que resulten exitosas.

La propuesta indica que es posible entender cómo piensan los consumidores, con el fin de adecuar los mensajes, la presentación, y demás elementos involucrados y convencer al cliente.

¿Cómo se emplea el neuromarketing?

La aplicación del marketing consiste en determinar hacia qué estímulos y de qué manera respondes con consumidores y usuarios, para adecuarlos a sus estrategias y generar ganancias.

A través de los resultados acerca de los estudios que se realizan, se determina qué mensajes enviar, el canal que se utilizará y el código cómo transmitir hacia cuatro objetivos claves.

  1. Cercanía: se intenta establecer un lazo real a través de la fidelización y la idea de un intercambio positivo bilateralmente.
  2. Diferenciación: consiste en marcar las fortalezas que tiene un negocio, producto o servicio sobre sus competidores.
  3. Conexión humana: es posible determinar cuáles son los intereses, necesidades e ideologías de los clientes para engancharlos.
  4. Positividad: saber cómo generar un sentimiento positivo sobre la marca, a través de la empatía con sus pensamientos.

Para lograrlo, el método que más se aplica es la observación intencionada del comportamiento sostenido de los consumidores: hacia dónde dirigen la vista, qué emoción causa cada estímulo, sus valores, etc.

¿Cuáles son los tipos de neuromarketing?

Los estímulos más primitivos hacia los que el ser humano responde son los sentidos: vista, oído, tacto, olfato y gusto; por este motivo, el neuromarketing se ha desarrollado usando estos como fundamentos comunicativos.

Dicho de otra forma, cuando hablamos de canal y código para la transmisión de mensajes, podemos hablar de un sentido en concreto o de una combinación que permita una retroalimentación positiva. Existen tres tipos.

  1. Visual: los mensajes se codifican a través de imágenes, letras y colores y el canal utilizado es la vista. Se dice que es el método más efectivo para comunicar.
  2. Auditivo: emocionalmente sin competencia válida. Los mensajes se comunican a través de palabras, sonidos y música. Como ventaja: refuerza el mensaje.
  3. Kinestésico: se define como la combinación de dos o más sentidos. En el neuromárketing, se dice para aplicar al gusto, olfato y tacto, en casos que se pueda.

¿Qué técnicas comunes de neuromarketing emplean las empresas?

Aunque la mayoría lo supone, las técnicas de marketing empleadas por las empresas son más que efectivas, inclusive para quienes se especializan en esta área y logran identificarlas.

Se dice que la razón por la que la publicidad funciona y es tan bien pagada, es porque a través de métodos simples pero bien estudiados, logra calar en el subconsciente del ser humano.

Es así como el neuromarketing utiliza los principios conocidos y los traslada a la vida práctica de los usuarios para convencerlos de que necesitan un producto y cuál debería elegir.

Con esto en mente, hay técnicas que podemos identificar en las que el neuromarketing ha hecho su trabajo, convirtiéndonos en más de una vez en una víctima de su eficacia.

  1. Localización en los anaqueles: la distribución de los productos en los establecimientos tiene como objetivo que recorras todos los pasillos y veas la mayor cantidad de productos posibles.
  2. Primero los del mayor precio: así mismo, a un nivel estandarizado de la vista, se colocan aquellos cuyo recio sea más provechoso para la tienda, para que los veas de primero y pagues más.
  3. Más comodidad, más compras: los carritos del automercado, la música de fondo e incluso los olores, etc. Todos estos componentes buscan que te sientas a gusto estando y comprando allí.
  4. El ’99 y el desorden de rebajas: ambos intentan convencer al comprador de que está pagando menos por lo que vale un producto, limitando el precio y creando una idea de gran cotización.

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